Salimos de Pamplona en Dirección San Sebastián y Vitoria, por la N-240-A, dirección San Sebastián,
a unos siete kilómetros encontramos esta localidad a la derecha.
A partir de ahora, en este recorrido y el siguiente, vamos a encontrar todas las iglesias construidas al final de s.
XII, principios de XIII, o sea, que nos encontramos con un tardo-románico o protogótico.
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Parece ser que esta localidad hasta el S. XII perteneció a los reyes de Navarra, posteriormente, en distintos documentos, queda recogido que fue un lugar de señorío, propiedad de doña
Narbona, quien lo intercambió con el poblado de Abaiz al rey Rancho VII el Fuerte. Ya en el s. XIII, doña Inés de Subiza se la entregó a Martín de Arbea a
cambio de que le perdonara una deuda contraída con él por mil cahíces.
En Berrioplano la Iglesia de la Purificación está totalmente modificada con posterioridad a su construcción, conservando no obstante, cubierta de cañón sostenida por
arcos fajones de medio punto en los tres tramos que componen la nave, y bóveda de horno en el ábside semicircular, todo el recinto interior está enlucido.
El tramo anterior a la cabecera tiene dos capillas laterales a modo de crucero, también con bóvedas de medio punto pero añadidas más tarde.
Existen dos ventanas de medio punto muy simples y, al sur, una portada de tres arquivoltas ligeramente apuntadas y baquetonadas, que se apoyan en columnas con capiteles decorados muy esquemáticamente con centauros, hombres luchando, palmetas y lo que
parece ser la representación más antigua de San Miguel de Aralar con los brazos sobre la cabeza sosteniendo la Cruz, que hemos visto en la página dedicada a ese Santuario.
La iglesia tiene la típica torre prismática de poca altura, situada a los pies.
