OLLETA
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VÍDEO SOBRE LA ASUNCIÓN |
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La documentación medieval referida a esta localidad dice que pertenecía a la Corona, a cuyas arcas pagaba pecha.
Destacando sobre el caserío se encuentra la iglesia parroquial de la Asunción. Típica del románico rural navarro de mediados del s. XII. Como hemos comentado es de las que, según Uranga e Íñiguez
junto a el Cristo de Katalain en Garínoain, San Pedro de Echano en Olóriz, y San Martín en Orísoain, siguieron un estilo arquitectónico que nació en el castillo de Loarre construido por el rey de
Pamplona Sancho Ramírez y ofrecen un esquema análogo, viéndose influencias decorativas jaquesas y del taller del maestro Esteban.
Según cuenta Olcoz y Ojer, a pesar de la gran solidez que le dieron los mazoneros de la edad media a la obra románico-ojival, la acción de los tiempos se dejó sentir, por lo que en los s. XVI y XVII
hubo que realizar ciertas obras de conservación y en el XVIII se terminaron de adosar la casa del abad y la primicia.
Tiene una nave de cuatro tramos, con bóveda de cañón suavemente apuntada, reforzada con arcos fajones que descansan en columnas cortadas por la mitad (las del primer tramo sirven también de
soporte para los arcos transversales del cimborrio); éstas están dotadas de capiteles muy elaborados, los del arco de triunfo historiados, y el resto, con decoración vegetal sobre la que se superpone
discos solares o alguna cabecita humana con cimacios de bolas o de tacos.
Los capiteles historiados conservan aún restos de policromía, en el lado del Evangelio hay una representación del Infierno, bajo un cimacio con unas fieras semejantes a leones, que comparte cabeza, unos avaros con grandes
bolsas colgadas del cuello son azuzados por unos demonios de extraños pies en forma de garra sujetando bolas, provistos de picos y lanzas. El del lado de la Epístola, en el cimacio las fieras
se persiguen de izquierda a derecha y debajo, al frente, un personaje con los brazos extendidos sujeta con las manos una pata de un león en cada esquina que devoran la cabeza de otros personajes
agachados, que a su vez al lado contrario son sujetados del otro brazo por otros individuos.
El ábside de forma semicircular tiene bóveda de horno que recae sobre una imposta de roleos elegantemente trabajados. Lo horadan tres vanos de gran derrame interior sin decoración y que
al exterior también hace gala de austeridad no presentando más que un arquillo ajedrezado enmarcado por los contrafuertes.
También al exterior se puede observar los hermosos sillares medievales que en el ábside cierra con una línea de ellos con formas de arcos y por encima el
recrecimiento existente en sillares de peor calidad, rematando por debajo del tejado con una cornisa ajedrezada. Bajo el cimborrio de forma poligonal sobre trompas, que hemos comentado, que culmina en una
linterna, se abren unos nichos o capillas a modo de crucero.
Excepcionalmente, como en San Pedro de Etxano, se abre la portada de acceso en el lado norte en el tramo inmediato al de la torre, se trata de dos arquivoltas de medio punto
baquetonadas con bolas y rosetas, mas una por encima de guardalluvias, que descansan a través de cimacios taqueados en dos columnas acodilladas a cada lado con capiteles de decoración vegetal
sobre la que asoman cabecitas humanas o bolas, A los pies se levanta una rotunda torre campanario sin mas vanos que los formados por dos arcos de medio punto para las campanas al poniente y dos rectangulares al este.
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